Para pacientes de extrema sensibilidad dérmica o con tendencia a rechazar productos médico-estéticos no biológicos ofrecemos este tipo de estimuladores. Tanto el Plasma enriquecido en plaquetas PRP como el Plasmagel son tratamientos que regeneran e iluminan el rostro.
Estos tratamientos constituyen uno de los métodos médico-estéticos más avanzados de rejuvenecimiento facial por sus rápidos y sorprendentes resultados.
Plasma enriquecido en Plaquetas
Define el tratamiento que se realiza con plasma del propio paciente. Primeramente, se extrae el plasma(20 cc) . Tras un proceso de centrifugado se separa el plasma en varias partes. Posteriormente, se selecciona de estas partes el plasma rico en plaquetas al que se le añade un compuesto cálcico activador de plaquetas. Finalmente, se inyecta al paciente, normalmente en cara y escote. Este plasma enriquecido puede ser introducido en capas profundas de la piel para su regeneración interna.
El PRP libera factores de crecimiento encargados de la regeneración celular, reconstruyendo el tejido deteriorado.
Este proceso estimula la producción de colágeno y elastina de forma progresiva.
El resultado que se consigue es un incremento de luminosidad y elasticidad, además de una reducción de arrugas y flacidez.
Sus efectos son eficaces y rápidos de percibir ya que el efecto flash inicial es muy potente. Se han mostrado grandes resultados del plasma enriquecido en el enlentecimiento del envejecimiento facial, cuello, escote y manos.
El procedimiento en general es igual que el de la mesoterapia, pero con un producto cien por cien natural, procedente del propio paciente.
Aquí puedes encontrar más información sobre el potencial del PRP en tratamientos faciales.
Plasmagel
Por otro lado, contamos con un tratamiento basado en Plasmagel. En este caso, se realiza un procedimiento similar.
Primeramente se extrae el plasma al paciente. Concretamente, se extrae la cantidad necesaria para producir el gel que el tratamiento va a precisar. Posteriormente, se somete a un procedimiento (termociclado) para convertir las proteínas plasmáticas en un gel estable e inyectable sin añadirle ninguna sustancia química. Finalmente, se inyecta en el paciente.
Su misión es aportar volumen e hidratación en la piel. Por esta razón, el plasma se inyecta sólo en aquellas zonas en las que se ha perdido volumen con el paso del tiempo como los surcos de los ojos, los pómulos, las líneas faciales de expresión o el mentón.
Se depostiva en un nivel más superficial de la piel porque el objetivo es aportar firmeza y aumentar el colágeno.
Frescura y naturalidad
Ambos tratamientos faciales de origen biológico aportan al rostro un aspecto inmediato de frescura y naturalidad.
En una misma sesión, y con una única extracción de sangre, podemos introducir Plasmagel como redensificador de la dermis, así como relleno donde se precise y mesoterapia externa con PRP.
Este tratamiento es complementario y compatible con otros tratamientos faciales.
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